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El camino hacia La Haya: Las revelaciones de los ex cancilleres que lo vivieron


En octubre de 2000, cuando el régimen de Alberto Fujimori entraba en su fase terminal, una nota diplomática enviada por Perú encendió las alarmas: El vecino país protestaba ante la inscripción en la ONU, por parte de Chile, de una carta de navegación que explicitaba el límite marítimo correspondiente al paralelo que pasa por el Hito 1 de nuestra frontera. Fue el inicio de la historia. Con esa nota, Lima desconocía la delimitación establecida en los tratados de 1952 y 1954, y empezaba un período crítico, marcado por avances y retrocesos, acercamientos esperanzadores y decepciones frustrantes en la relación con Perú. Todo, hasta culminar con la presentación, en 2008, de la demanda ante la Corte de La Haya. Los tres ex cancilleres que vivieron esa tormentosa historia entregan sus testimonios a La Segunda, a cuarenta y ocho horas de que empiecen los alegatos que marcarán la etapa decisiva del juicio.  

por:  Por Alvaro Valenzuela/La Segunda
sábado, 01 de diciembre de 2012
Alvear: "Siempre se convivió con la posibilidad de una demanda unilateral de Perú" 

La actual senadora DC Soledad Alvear se trasformó, al ser designada Canciller, en una de las «estrellas» del gabinete con que, en marzo de 2000, Ricardo Lagos asumió el poder. Entonces, la situación con el Perú se veía auspiciosa: en 1999 se habían resuelto los temas pendientes del Tratado de 1929 y, con ello, la apuesta era iniciar una nueva etapa, con la vista en el futuro. La llegada, en octubre, de la nota diplomática desconociendo la existencia del límite marítimo mostró que las cosas no serían tan sencillas:

-Obviamente -rememora Alvear- nos llamó profundamente la atención ese hecho, especialmente teniendo en consideración que a fines de 1999 se había celebrado el Acta de Ejecución del artículo 5 del Tratado de 1929 y el propio canciller del Perú de la época, De Trazegnies, había señalado que «la firma del Acta de Ejecución... pone fin a las últimas secuelas de un conflicto entre Perú y Chile que tuvo lugar hace 120 años y que, felizmente, hoy se encuentra totalmente superado», agregando más adelante que «ése era el último paso para cerrar definitivamente un capítulo de la historia que nunca debió haber tenido lugar. La firma del Acta de Ejecución cierra definitivamente el círculo y nos lleva a un futuro promisorio»"

La ex ministra enfatiza que la sorpresiva nota peruana del año 2000 fue respondida haciendo presente la "posición inalterable" de Chile, en cuanto a que "el límite marítimo se encuentra establecido mediante tratados internacionales, observados por la práctica de los dos países y reconocidos por la comunidad internacional".

-Luego, en 2001, la llegada de Alejandro Toledo al mando en el Perú despertó nuevamente las expectativas de avanzar en la integración. Sin embargo, parece haberse producido un progresivo distanciamiento entre él y el Presidente Lagos. ¿Por qué la "agenda del pasado" terminó prevaleciendo sobre la "agenda del futuro"?

-Chile siempre estuvo dispuesto a avanzar con el Perú en una agenda de futuro y hubo muchas reuniones bilaterales entre nuestros dos países enfocados en esa dirección. Recuerdo, a título ejemplar, las reuniones 2+2 de ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa, y lo que se avanzó en materia de cooperación, de integración, de inversiones, de libre comercio, de migraciones y cultura. Además, con Perú compartimos nuestra defensa de la democracia y los derechos humanos en la esfera internacional. Por lo tanto, considero que no prevaleció una "agenda del pasado".

Ahora, evidentemente, no podemos ignorar que el desconocimiento por parte de Perú de los límites marítimos existentes introdujo un elemento complejo en nuestras relaciones bilaterales, ya que a ningún país le gusta que un vecino desconozca la existencia de los límites que se han observado durante tantas décadas entre ellos. Para nosotros, fue un gesto claramente inamistoso.

-¿Había diferencias de estilo y de actitud hacia Chile entre el canciller de Toledo, Allan Wagner y su subsecretario y luego sucesor, Manuel Rodríguez Cuadros? Muchos consideran a éste un ideólogo clave de la demanda peruana.

-Cada administración tiene sus estrategias y su estilo. Es efectivo que, una vez que Manuel Rodríguez Cuadros asumió como ministro de Relaciones Exteriores, envió una nota diplomática solicitando iniciar negociaciones bilaterales sobre los límites marítimos con Chile, la que fue respondida por mí señalando que no resultaba procedente referirse a negociaciones sobre convenios vigentes que han establecido el límite marítimo entre Chile y Perú en el paralelo 18° 21' 03'.

-¿Hubo algún momento en que Ud. llegara al convencimiento de que Perú estaba decidido a poner una demanda sí o sí?

-En la Cancillería siempre se convivió con la posibilidad, por un lado, de un eventual escenario de demanda unilateral de Perú, como finalmente aconteció, ya que ello está contemplado en el Pacto de Bogotá del cual ambos países somos parte; y, por otro, con la convicción de que debíamos persuadir a nuestros vecinos de que lo mejor para nuestras relaciones era continuar con el respeto de los tratados, como hasta entonces.

-¿Cómo se organizó el trabajo de la Cancillería en este tema?

-Siempre la Cancillería estuvo atenta a este tema y se trabajó con un equipo muy profesional y experto, contando con asesoría especializada tanto nacional como extranjera. Se evaluaron todos los escenarios posibles que generaba esta nueva posición de Perú.

La Dirección de Fronteras y Límites lleva muchos años realizando estudios y reuniendo documentación que sustenta la posición de Chile.

-¿Cuál es su expectativa respecto de este fallo? ¿Comparte el temor a las "decisiones salomónicas" expresado por los ex presidentes de la República?

-La misión de la Corte Internacional de Justicia es decidir este asunto en conformidad al derecho internacional. Desde esa perspectiva, hay que enfrentar este proceso con tranquilidad, serenidad y confianza en nuestros sólidos argumentos jurídicos.

La Convención de las Naciones Unidas sobre Derecho del Mar, al abordar la delimitación marítima, le da primacía a lo establecido en los tratados internacionales celebrados entre los Estados sobre cualquier otra consideración. Y, como entre Chile y Perú la delimitación marítima se encuentra establecida por tratados internacionales, corresponde que ellos sean observados y cumplidos.

-El llamado de los ex presidentes deja en algunos la impresión de que Chile ahora no está dispuesto a acatar cualquier fallo, pese a lo que había señalado en forma permanente. Incluso en Perú se habla de una presión indebida a la Corte.

-Nuestra convicción es que la Corte de La Haya actuará conforme a derecho internacional. Y, en ese sentido, la evidencia que ha presentado Chile y sus argumentos deben dirigir a que declare en su sentencia que el límite está establecido por los tratados vigentes.

Respecto de las declaraciones que se formulan públicamente en Perú, nuestra constante es no escalar conflictos artificiales y más bien invitar a actuar con serenidad y con ánimo de avanzar a la superación de un acto inamistoso que no fue provocado por nosotros.

Walker: "Ex ministro peruano intentó dar interpretación antojadiza a declaración conjunta"

El actual senador Ignacio Walker vivió, también como canciller del ex Presidente Lagos (sucedió a Soledad Alvear en septiembre de 2004), uno de los momentos críticos en la historia de la demanda peruana: la dictación por parte de ese país, en 2005, de la llamada «Ley de líneas de base», que materializó en su normativa interna el desconocimiento del límite marítimo.

Walker, sin embargo, evita dramatizar lo entonces acontecido. En su visión, durante ese período la relación con Perú tuvo una serie de facetas positivas, partiendo por la superación del caso de la venta de armas a Ecuador, que tensionaba a las dos naciones. Aparte de tales logros, explica, se dieron incidentes como el de los grafiteros, la molestia generada por un video de Lan Perú o el caso Lucchetti. Y junto a ello, obviamente, el progresivo desarrollo del "intento por parte de Perú, de su cancillería, por crear un caso en torno al tema del límite marítimo".

-Para algunos, la dictación de la ley de líneas de base marca el punto de no retorno en este tema. ¿Cuál fue el análisis que ustedes hicieron en ese momento? ¿Que esto era un adelanto de que iba a venir la demanda?

-Sin duda. Recordemos que en Chile siempre, bajo todos los gobiernos de la década del 2000, nos opusimos a lo que pretendía el Perú, que era llevar esto a La Haya en forma conjunta. Nuestra posición fue invariable: varias veces lo pidieron y sistemáticamente lo rechazamos. Perú optó entonces por un camino unilateral.

-Cuando se dictó esa ley, el Presidente Lagos pidió iniciar acciones en todo el continente, informando de la situación al resto de los países. ¿Cómo se vivó eso?

-Evidentemente, siempre tuvimos informados a todos los países de las Américas, y presentamos notas diplomáticas cuando correspondía, rechazando la pretensión unilateral del Perú de fijar líneas de base que desconocieran los tratados vigentes. Hubo una política sistemática de la Cancillería de no sólo mantener informados, sino solicitar permanentemente de parte de la comunidad internacional el reconocimiento del derecho internacional y de los tratados.

-¿Fue ese el momento más tenso de la relación?

-Nosotros mandamos una nota diplomática manifestando nuestro parecer completamente contrario a esa ley, pero no hablaría de tensiones.

-Pero en ese momento incluso se informó a las Fuerzas Armadas y se cita a los comandantes en Jefe.

-Estos temas siempre se socializan con todos los sectores y todas las instituciones del país. Y evidentemente que las FF.AA. también son instituciones del país.

-Antes de la ley de líneas de base, en 2004 Ud. firmó una declaración junto al canciller Rodríguez Cuadros, donde supuestamente se reconocía la existencia de una diferencia jurídica, lo que ha dado lugar a muchas interpretaciones...

-El canciller Rodríguez Cuadros, ex post, publicó un libro para darle una interpretación antojadiza a una declaración que suscribimos en Río de Janeiro en noviembre de 2004. Esta sin embargo planteaba algo obvio. Uno, que los temas fronterizos son bilaterales, lo que ha sido siempre la política de la Cancillería chilena. Y esto, a propósito de una muy buena declaración que habíamos suscrito antes en Quito entre Ecuador y Chile, en que establecíamos la vigencia de los tratados de 1952 y 1954 y la vigencia de un límite marítimo que está dado por el paralelo geográfico. Perú nos acusó de querer multilateralizar el tema del límite, y lo que afirmamos en esa declaración fue que los temas de límites son bilaterales, como ha sido siempre nuestra política. Y agregamos una frase obvia: que Chile y Perú tenemos "posiciones distintas" respecto de este tema, lo que es una cuestión de hecho. Eso fue luego interpretado por Rodríguez Cuadros como que estábamos reconociendo una controversia jurídica, lo que a estas alturas resulta surrealista, si consideramos que estamos desde el año 2008 en la Corte de La Haya habiendo designado a nuestros abogados y agentes. Hubo un intento de Rodríguez Cuadros a través de un libro que publicó por darle a esta declaración una connotación que no tenía.

-Podría ser que los peruanos citaran el tema en sus alegatos. ¿Sería antojadizo?

-Ellos verán lo que hacen con sus alegatos. De hecho, en la memoria o en la dúplica peruana se cita en forma trunca esa frase y no se lo hace en forma entera, porque obviamente debilita la posición peruana reconocer que estábamos hablando de "posiciones distintas", lo que es una cuestión de hecho y no de derecho.

-¿Cuáles son sus perspectivas respecto de lo que va a pasar en adelante con la relación?

-Los dos países, con mucha tranquilidad, tenemos que acatar el fallo. Y yo no tengo ninguna duda de que va a ser favorable a Chile en lo que verdaderamente está en discusión: el límite marítimo y la existencia de los tratados de 1952 y 1954.

-¿Y qué pasa con los otros puntos?

-El Perú ha presentado un tema respecto del límite terrestre, hito número 1 versus punto de la costa, pero los límites terrestres, en el tratado de 1929, los ve un árbitro que se llama Estados Unidos. La Haya está viendo el límite marítimo. Y el tema del famoso triángulo exterior surge de una proyección de si es el paralelo o la línea equidistante, y a mí no me cabe duda de que va a ser el paralelo.

-Hay gente que dice que es una ilusión pensar que con el fallo que dicte La Haya se van a resolver todos los problemas con Perú. Dicen que, tal como pasó cuando el 99 pensábamos que todo estaba resuelto y al año siguiente empieza esto, después van a surgir nuevas objeciones. ¿Qué piensa Ud.?

-A la luz de la historia hay un cierto escepticismo. Piense que pasaron cincuenta años desde la guerra de 1879 hasta 1929 en que logramos suscribir un tratado. Y pasaron otros 70 años para lograr resolver las llamadas cuestiones pendientes de ese tratado, y al año siguiente viene esta nota diplomática desconociendo el límite marítimo y luego la demanda. Entonces, hay gente que piensa que Perú no quiere solución, que hay un sector de Torre Tagle que quisiera mantener algún conflicto pendiente con Chile casi como una cuestión de doctrina. Yo me resisto a pensar que sea así.

Foxley: "Alan García le señaló a Bachelet que iba a «engavetar» la demanda"

Cauto a la hora de rememorar, el ex senador Alejandro Foxley estuvo al frente de la Cancillería durante la mayor parte de la era Bachelet... incluido ese 16 de enero de 2008 cuando Perú finalmente materializó su demanda. Hoy se muestra escueto al referirse a los vaivenes en la relación bilateral que debió vivir y sufrir durante su período, en una etapa que había comenzado bien, cuando un Alan García recién electo visitó en 2006 La Moneda para reunirse con la Mandataria chilena.

En la reunión allí sostenida fue cuando el líder peruano "señaló que él iba a «engavetar» el tema del límite marítimo y que nos concentraríamos en una agenda positiva. Así lo dijo el ex Presidente García, muy claro".

-Muchos han señalado que, a principios del año siguiente, la ley Arica-Parinacota, que fijaba los límites de esa región y provocó la molestia peruana marcó el punto de quiebre. ¿Fue así? ¿Es efectivo que el canciller García Belaúnde le anunció en 2007, con meses de anticipación, que habría demanda?

-Tanto el canciller como el Presidente de Perú nos avisaron cuando ya habían tomado la decisión de presentar la demanda en La Haya. No hubo tiempo antes de ese anuncio para conversar esa decisión. En consecuencia, no es efectivo que se nos notificó varios meses antes.

-¿Cuáles fueron los momentos de mayor tensión en su período?

-El primero es la presentación de la demanda en La Haya. El segundo fue con las declaraciones del entonces comandante en Jefe del Ejército de Perú, Edwin Donayre, quien dijo, entre otras cosas, que "chileno que entra ya no sale y si sale, saldrá en cajón. Si no hay suficientes cajones, saldrán en bolsas de plástico". Ambas situaciones cambiaron el clima de buena relación que habíamos intentando construir desde el primer día del gobierno de la ex Presidenta Bachelet.

-¿Cuál es su evaluación hoy? ¿Perú construyó pacientemente un caso, o lo determinante fueron ciertas circunstancias?

-La impresión que tenemos es que la Cancillería peruana tenía preparada la demanda desde el gobierno anterior y que el ex Presidente García en un inicio decidió postergar el tema.

-¿Cuál es su expectativa de lo que pase post-La Haya? ¿Debiera marcar el fin de los "temas del pasado" con Perú o Ud. se ubica dentro de los escépticos, que creen que siempre habrá interesados en generar un conflicto...?

-Desde el inicio del gobierno de la Presidenta Bachelet insistí ante los representantes del gobierno de Perú en que nosotros queríamos mirar al siglo XXI construyendo una agenda de colaboración. Si esto va a ocurrir tras el juicio en La Haya deben contestarlo los peruanos.